Translate

Thursday, July 24, 2014

Aprovecha el "Alto" en el Camino de la Vida!

Road of Faith and Art / Camino del Arte Sacro ofrece un "Alto"" en el Camino de Nuestra Vida, una oportunidad para conocer y para enriquecernos.

 
Muchas veces nuestra vida está muy llena de pendientes, de compromisos. Tenemos que hacer un "alto total", un "full stop", para disfrutar todo lo que tenemos a nuestro alrededor.
 
Nunca han tenido la tentación de tomar una desviación. Asi comenzó "Road of Faith and Art". Una desviación. Otra desviación. Un "side trip". Siempre estimulado por una sana curiosidad.
 
Nuestra Misión en "Road of Faith and Art" es de motivar a la gente de hacer precisamente eso. Tomar "altos". Tomar desviaciones. Explorar. sea con nosotros, sea por su propia cuenta. Enriquecer los conocimientos. Profundizar la comprensión de la historia y el espíritu humano. Encontrar la fe.
 
Estela y Patrick Kavanagh
Road of Faith and Art / Camino del Arte Sacro.


Monday, July 21, 2014

Via Crucis en Mision Capistrano

 
La Vía Crucis, festejada en las Misiones en Viernes Santo, fue un motivo importante del Arte de Nueva España.
 
Road of Faith and Art / Camino del Arte Sacro tiene siempre un interés triple: la historia, el arte y la fe. En el post anterior, hablamos mucho de la fe y de la historia, y de manera sumaria sobre el arte barroco. La "Capilla de Junípero Serra" tiene unas joyas de la pintura del periodo barroco tardío. Las estaciones del Vía Crucis están pintadas en pequeños cuadros, y decoran ambos lados de la capilla, por las paredes de adobe.
 
 
 Hay un cuadro, de un formato mucho mayor, pintado por Francisco Zervin, en 1800, que es una obra maestra, que parece que nos atrae, y nos jala la pupila hacia adentro del cuadro, penetrándolo por capas. En una primera vista general, la figura principal es obviamente Cristo crucificado.
 
 
 
Estación XII de la Vía Crucis de Francisco Zervin, Misión Capistrano, 1800. Vista Normal 
 
Sin embargo, cuando nos acercamos más al cuadro, el colorido cambia lentamente y las figuras principales se vuelen la Virgen María y San Juan el Evangelista.

 Estación XII de la Vía Crucis de Francisco Zervin, Misión Capistrano, 1800, Vista de cerca.
 
Finalmente, cuando nos acercamos aun más al cuadro, a menos de 30 o 40 centímetros, los colores vuelven a cambiar de aspecto, y toma posición protagónica el cráneo, símbolo del cerro de Gólgota, donde fallece en al Cruz, Cristo Nuestro Señor.
 
 Estación XII de la Vía Crucis de Francisco Zervin, Misión Capistrano, 1800, Vista del Cráneo.
 
 
 
 
 

Saturday, July 19, 2014

Mision de San Juan Capistrano, Noviembre 1, 1776

Fray Junípero Serra fundó la Misión de San Juan Capistrano, en lo que ahora es California, el 1 de noviembre, 1776.

En suelo californiano, las Misiones de Fray Junipero Serra representan lo mejor, lo más antiguo y lo mejor preservado de la cultura y de la actividad misionera de la Nueva España en California.


La hermosa "Gran Iglesia" de cantera, que vemos aquí en las fotos, fue destruida durante el temblor de 1812, cuando 40 neófitos o indios conversos se murieron entre los escombros.

 
Todavía podemos admirar los pilares del altar principal y muchas de las paredes de piedra con sus nichos. Durante la guerra de Independencia de México, la Misión prosperó, y la población de Juaneños, como los llamaban (por San Juan Capistrano) creció a más de 1000,  con 14,000 reces y 16,000 borregos hacia 1818.

La Misión siguió mucho el modelo que casi 300 años antes, que Vasco de Quiroga planteó en Michoacán, creando un modelo tanto económico como social, a semblanza de la Utopía de Tomás Moro.

 
En el conjunto de la Misión, hubo una tenería, vascas grandes para la fermentación de vinos, una tenería para teñir los cueros de los reses, varios "hornos catalanes" para fundir metales, tanto para luego utilizarlos como herraduras para caballos, como herramientas y utensilios para el cultivo de la tierra.

Todo fue construido alrededor de un atrio cuadrado central.


La "Gran Iglesia" no fue la primera. Primero Fray Junípero estableció una pequeña capilla, y luego se construyó la "Capilla de Serra", donde Fray Junípero celebró misa, y hoy en día celebran misa todos los días a las 7:00 de la mañana.

Es la construcción de uso continuo de mayor tiempo en todo el Estado de California, con casi 240 años. Es una capilla hermosísima, con ornamentación tardío barroca, con un hermoso retablo en la altar principal.


Existe cierta parecida a la Misión de la Iglesia de San Francisco en Tlaxcala, pero, a la vez, cierta semejanza con el ex Convento de San Francisco Javier en Tepotzotlán, de los Jesuitas, una obra mucha más contemporánea a la vida de Junípero Serra, y que además le quedaba de paso, cuando se hospedó en el Monasterio de los Franciscanos de Cuautitlán, que visitamos en Mayo.
 
El estilo barroco de las misiones de la alta California tiene rasgos distintivos, con las paredes de adobe, con cenefas coloridas de verdes muy alegres.
Como en todas las misiones, se nota que los franciscanos dejaron mucha libertad en cuanto al estilo a los artesanos locales.

Con el paso de los años, San Juan Capistrano quedó casi abandonado por las muchas plagas de enfermedades que minaron la población indígena. El "México Independiente" favoreció poco la vida de la Misión, ya que ya la "secularizó", y luego el gobernador del estado. José María Echeandia, la vendió la propiedad a su cuñado por 710 dólares, cuando el valor catastral fue de más de 50,000 dólares en ese momento, para establecer un pueblo de "indios libres".


Luego, los nuevos dueños trataban de forzar a trabajar a los "indios libres". En un acto magnánimo de gran sensibilidad religiosa hacia los "californiano recién americanizados", un presidente protestante, le devolvió la Misión a la Iglesia Católica, muy poco antes de su muerte: Abraham Lincoln.



Dos de estas campanas fueron fundidas a fines del Siglo XVIII y las otras dos a principios del Siglo XIX. Se repicaban en secuencia distinta, sea para alertar sobre un peligro, invitar a misa o a rezar o avisar sobre el fallecimiento de alguna mujer o varón. Las campanas son emblemáticas de la Misión.

Tuesday, July 15, 2014

Una Vision de los Caminos de la Fe.

Cuando comencé "Road of Faith and Art / Camino del Arte Sacro", estaba yo como uno de esos sonámbulos que caminan dormidos, si saber a donde me llevaba el camino. Esta semana tuve una experiencia, por la cual, me caí en la cuenta, del sentido de la religión, y la razón de las diferencias culturales que tenemos entre muchos segmentos que creen en Cristo, pero de forma diferente.
 
Estas fueron las experiencias concretas que tuve en estos días.
 
Primero estuve en la Iglesia del ex Convento de Santa Caterina de Siena, que ahora en Iglesia Presbiteriana. Su representante, Benjamín Gómez, me enseñó cómo ya no había más imágenes en su Iglesia Presbiteriana, como antes, cuando era una Iglesia Católica. "Nosotros, los Presbiterianos, " me decía Benjamín, golpeando en su mano una Biblia con el dedo, "creemos en esto: la Palabra de Dios, y no en los inventos del hombre."
 
Luego, Benjamín me enseñó un tríptico con unos 15 puntos de fe: "Esto es lo que creemos los Presbiterianos!"
 
Benjamín me enseñó el área dónde antes hubo un retablo y un altar. Ahora hay sillas y un pódium para hablar.
 
Mi reacción inicial de desconcierto se fue desvaneciendo con el paso del tiempo. No sentí una atracción hacia el modelo presbiteriano, pero poco a poco, lo fui entendiendo cada vez más. Me sentí en una sinagoga. (Las veces que he estado en sinagogas, me siento en una casa santa de oración: me siento a gusto.)
 
Pero luego, al día siguiente, tuve una cita con el Padre Luis Cano en la Profesa. Me explica el Arte Sacro. De repente, me mencionó un termino desconocido: "Los Temples". Yo ya había escuchado sobre los temples, pero sin ese termino. Tanto los primeros dominicos, como el Fray Pedro de Gante de los Franciscanos, explicaban el catecismo a los indígenas, con la ayuda de grandes lonas pintadas, con historias bíblicas, o sobre los misterios de la fe. La Evangelización exitosa de los indígenas del Siglo XVI en la Nueva España, no fue una enseñanza teórica ni teológica, sino una serie de historias; esa fue la fe que aceptó el indígena. más en La Virgen Morena, que en Dios Uno y Trino, o en la Transubstanción.
 
Al principio de Junio, fuimos a visitar el Palacio de la Inquisición. Nos explicó el experto: "La misión de la Inquisición en España fue de controlar y erradicar la herejía. Aquí en Nueva España, nunca hubo conflictos ideológicos sobre la fe. En ese sentido, La Inquisición en la Nueva España fue una institución que nunca pudo cumplir con su propósito, porque el mal que trató de superar, simplemente no existió aquí."
 
Es posible para unos presbiterianos, hombres que saben leer, tomar una Biblia, un libro, leerlo y entenderlo. Para los primeros misioneros católicos en México, esta técnica didáctica no les hubiera servido de nada. 
 
Esta es la visión que tuve esta semana: de lo mucho que nos une en Cristo, todas las personas de diferentes denominaciones cristianas, y de lo poco importante que son las cosas que nos dividen.
 
Mis experiencias de esta semana, me ayudaron a entender mejor el contexto cultural e histórico de las divisiones entre los diferentes grupos cristianos, al mismo tiempo, que me dio un espíritu de mayor tolerancia y entendimiento para los caminos que no me fueron conocidos, pero que van, en la mayoría de los casos, hacia el mismo destino hacia donde nos dirigimos los católicos.
 
A los 500 años de Martin Lutero, ya es hora de dejar de vernos los Católicos y los Protestantes con recelo, sino como aliados en una misma causa común.
 
 
 

El Señor del Reboso, la Leyenda del Convento de Santa Caterina de Siena

Erase una vez, una novicia muy devota, que veía como le pesaba la Cruz a Nuestro Señor, Jesucristo.
 
La novicia se consagró  su vida entera al Convento de Santa Caterina de Siena, pero nunca se cansó en contemplar al Cristo crucificado.

Una noche, cuando la monjita estaba ya muy viejita y enferma, hubo una tormenta de viento y lluvia fría. Temblaba la monjita. De repente, escuchó que le tocaban en la puerta de su celda. Se levantó de la cama, y cuando abrió la puerta, se encontró con un hombre pobre y desamparado, que le hacía gestos que tenía hambre. La monjita le compartió un poco de pan de su mesa. Luego el mendigo le hizo gestos que tenia sed, entonces, la monjita le dio a beber de la ánfora de su mesita de noche. Finalmente, el mendigo le hizo gestos de que tenia frio. Entonces, la madre le dio su rebozo. Cuando se partió el mendigo de la puerta, la monja falleció. La mañana siguiente, el Cristo crucificado de la capilla estaba cubierta con el rebozo de la monja. 

El Señor del Reboso, originalmente en el Convento de Santa Caterina de Siena, se ubica actualmente en una capilla de la Iglesia de Santo Domingo.
 

Hasta aquí, se trata de una leyenda, y una "creencia o tradición popular", y ciertamente no es un articulo de fe. Hubo de verdad un milagro?
 
En cierto sentido, si apareció o si no apareció Cristo a la monja, es un asunto irrelevante, y no tan importante. Una aparición es un milagro. La Caridad entre nosotros los humanos es el milagro más grande y más hermoso.
 
La Caridad es la reina de las tres virtudes teologales. A unos pocos pasos de donde se encuentra el "Señor del Reboso" ahora, en la Iglesia de Santo Domingo, en la Sacristía, hay una pintura grande y hermosa, de la Virgen con Santo Domingo de Guzmán. Alrededor de ellos se encuentran representadas las tres virtudes: la Fe, la Esperanza, y la Caridad. Cada Virtud está acompañada por una legión de ángeles. Pero el pintor, Cristóbal de Villalpando, únicamente pintó el Ángel de la Caridad con rojo vivo, ya que no tenemos necesidad de creer ni de esperar en el Cielo, pero sí podamos seguir amando.
 
La dedicación de tantas monjas durante siglos es un testimonio de Caridad. La Monjita del reboso habrá sido un modelo de imitación para sus compañeros.
 
Pero, ¿quién me contó la leyenda? Aquí fue el verdadero milagro de Caridad. Benjamín Gómez, representante de la Iglesia Presbiteriana, fue quien me contó la historia, cuando fui a visitar al ex convento de Santa Caterina de Siena, ahora una Iglesia Presbiteriana. Para un presbiteriano, toda esta leyenda le ha de parecer poco creíble. Para comenzar, les es prohibido tener imágenes en la Iglesia. Sin embargo, toda la actitud de Benjamín fue de gran respeto frente a las creencias y las sensibilidades religiosas de sus colegas de otra secta diferente de la fe cristiana: de los católicos. Su explicación y actitud fueron llenas de tolerancias, y nunca hubo una actitud de incredibilidad o de burla. Benjamín Gómez es ejemplar, digno de imitar! Pero no hay nada en este mundo que sucede por caso. Benjamín Gómez, presbiteriano, me tendió la mano, a mi, católico, en una iglesia, que fue consagrada en su inicio, a una gran Santa y Doctora de la Iglesia, que fue, a su vez, un gran ejemplo de caridad hacia los pobres y hacia los enfermos, y que dedicó su vida, a resanar las diferencias entre los diferentes pueblos de Cristo: a los de Pisa en guerra con los de Siena, a los de Florencia, en guerra con los soldados de Luca, y a los Franceses de Aviñón, que se habían llevado al Papa de Roma. Santa Caterina de Siena era una persona llena de caridad, que se dedicaba a unir al pueblo de Dios, y creo que estaría muy contenta de conocer a Benjamín Gómez.
 

Sunday, July 13, 2014

Santa Caterina de Siena, Convento del Monjas Dominicanas, ahora Iglesia Presbiteriana.

En junio, visitamos a Iglesia de Santo Domingo, en la Plaza de Santo Domingo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Lo que ahora es la Iglesia de Santo Domingo, es el último residuo de lo que era el centro de toda la actividad pastoral de los Dominicos, durante tiempos de la Nueva España. Después de las leyes de la Reforma, quedaron exclaustrados prácticamente todos los conventos y monasterios, que incluían también el Convento de las Monjas Dominicas de Santa Catarina de Siena.

Fue a principios del Siglo XVII, que vinieron  un grupo de Monjas Dominicas de Oaxaca, para establecer un convento. Ahora lo único de queda de este hermoso convento es la ex Iglesia de Santa Catarina de Siena, actualmente Iglesia Presbiteriana de México.

El lado de la Iglesia del Santa Caterina, construido de tezontle y cantera, sobre la calle de República de Argentina. 

La ubicación de esta Iglesia queda a una cuadra de la Plaza de Santo Domingo, en sentido hacia el oriente, sobre la calle de República de Venezuela, o sea, la continuación de la calle de Belisario Domínguez.. El lado oriente de la Plaza de Santo Domingo, lo ocupa un mole de edificio de estilo barroco, que una vez el la Aduana de la Ciudad de México, y actualmente ocupa la sede central de la Secretaria de Educación Publica. Si la entrada poniente de la Secretaria de Educación Pública abre sobre la Plaza de Santo Domingo, la salida oriente da a la calle de República de Argentina, donde se encuentra, al otro lado de la calle, la Iglesia de Santa Caterina.
La ex Iglesia de Santa Caterina de Siena ocupa una esquina de la calle República de Argentina su lado poniente, y la calle República de Venezuela, el lado por donde se encontraba el altar principal, así que la entrada del templo es únicamente por los dos portones laterales. El portón de la derecha es la que siempre he visto abierto, y por allí entramos.

Durante mi visita al templo, me recibió una persona muy amable, quien se identificó como Benjamín Gómez.  Benjamín me explicó que el es presbiteriano, y como tal, tal vez no fuera la persona más idónea para dar una explicación historia del periodo de cuando este templo fue católica, pero al contrario, me pareció muy bien documentado y respetuoso, en su relación de una religión diferente a la suya. Otra limitación que tienen los presbiterianos para relatar la historia católica de la Iglesia de Santa Caterina, es que hubo un periodo muy largo, entre que dejó de funcionar como Iglesia Católica y en que fue asignado a la secta presbiteriano.  


Todo comenzó a finales del Siglo XVI, cuando Sor Cristina de la Asunción y Sor Mariana de San Bernardo, religiosas dominicas oriundas de Oaxaca, solicitan al Virrey que se les construyan un Convento. El Santo Padre Gregorio autorizó su construcción con una bula papal, pero pasaron más de 20 años, hasta que se les puso la primera piedra, ya que por mucha bula que hubiera, no hubo bienhechor hasta después. Las primeras bienhechoras fueron las "Filipinas": asi fueron 3 hermans ricas y piados de sociedad de la Nueva España en las ultimas décadas del siglo XVI. Hacia 1629, la obra fue suspendida por la inundaciones de la Ciudad de México. Una vez reiniciada la obra, se comenzó a instalar la herrería del coro alto, de la Iglesia, que separaba las monjas enclaustradas del resto de la Iglesia, y a la vez, del mundo exterior.

Arriba se ve en el fondo, el coro alto y el coro bajo. El coro alto está "encerrado" tras un reja de fierro, donde "no existe soldadura, ni tornillería". Todo está ensamblado con medidas perfectas.

Durante casi dos siglos, las monjas se despertaban antes de las 6:00 de la mañana, para acudir al coro alto, para entonar el oficio divino, el canto de las horas, comenzando con la Prima. Luego, bajaban al coro bajo, para acudir a la Santa Misa. Después del desayuno, a las 9:00 de la mañana, regresaban al Coro Alto para rezar la Tercia. Después de comer y de dormir la siesta, regresaban al coro alto, para rezar la Nona. Luego regresaban a mediodía, para rezar la Sexta. A las siete de noche, se rezaban las Vísperas y Completas. Después de cenar antes de descansar, rezaban las Maitines y Laudes., y después se retiraban a sus celdas a dormir. Los sacerdotes hoy en día, que no viven en comunidad monástica, hacen las mismas oraciones, con la ayuda de su Breviario.

Entre oraciones y misas, la vida monacal de las monjas estaba dividida entre el estudio y el trabajo manual. Muchas monjas se dedicaban a los oficios de los sacerdotes, tales como bordar vestimentas para la liturgia, o hacer velas con cera de abejas. Otras monjas se dedicaban a la vida en la huerta, a la jardinería, o a la cocina. Muchas monjas hacen pasteles que venden al público, o galletas, y inclusive en los conventos de Puebla, hacen moles y rompope. ¿Qué hacían las monjas de Santa Caterina? Lo desconozco. Pero, si les puedo contar una leyenda, la leyenda mas famoso de la historia del convento, del "señor de reboso". O mejor, dedico mi siguiente capitulo del blog a esta leyenda.