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Saturday, July 19, 2014

Mision de San Juan Capistrano, Noviembre 1, 1776

Fray Junípero Serra fundó la Misión de San Juan Capistrano, en lo que ahora es California, el 1 de noviembre, 1776.

En suelo californiano, las Misiones de Fray Junipero Serra representan lo mejor, lo más antiguo y lo mejor preservado de la cultura y de la actividad misionera de la Nueva España en California.


La hermosa "Gran Iglesia" de cantera, que vemos aquí en las fotos, fue destruida durante el temblor de 1812, cuando 40 neófitos o indios conversos se murieron entre los escombros.

 
Todavía podemos admirar los pilares del altar principal y muchas de las paredes de piedra con sus nichos. Durante la guerra de Independencia de México, la Misión prosperó, y la población de Juaneños, como los llamaban (por San Juan Capistrano) creció a más de 1000,  con 14,000 reces y 16,000 borregos hacia 1818.

La Misión siguió mucho el modelo que casi 300 años antes, que Vasco de Quiroga planteó en Michoacán, creando un modelo tanto económico como social, a semblanza de la Utopía de Tomás Moro.

 
En el conjunto de la Misión, hubo una tenería, vascas grandes para la fermentación de vinos, una tenería para teñir los cueros de los reses, varios "hornos catalanes" para fundir metales, tanto para luego utilizarlos como herraduras para caballos, como herramientas y utensilios para el cultivo de la tierra.

Todo fue construido alrededor de un atrio cuadrado central.


La "Gran Iglesia" no fue la primera. Primero Fray Junípero estableció una pequeña capilla, y luego se construyó la "Capilla de Serra", donde Fray Junípero celebró misa, y hoy en día celebran misa todos los días a las 7:00 de la mañana.

Es la construcción de uso continuo de mayor tiempo en todo el Estado de California, con casi 240 años. Es una capilla hermosísima, con ornamentación tardío barroca, con un hermoso retablo en la altar principal.


Existe cierta parecida a la Misión de la Iglesia de San Francisco en Tlaxcala, pero, a la vez, cierta semejanza con el ex Convento de San Francisco Javier en Tepotzotlán, de los Jesuitas, una obra mucha más contemporánea a la vida de Junípero Serra, y que además le quedaba de paso, cuando se hospedó en el Monasterio de los Franciscanos de Cuautitlán, que visitamos en Mayo.
 
El estilo barroco de las misiones de la alta California tiene rasgos distintivos, con las paredes de adobe, con cenefas coloridas de verdes muy alegres.
Como en todas las misiones, se nota que los franciscanos dejaron mucha libertad en cuanto al estilo a los artesanos locales.

Con el paso de los años, San Juan Capistrano quedó casi abandonado por las muchas plagas de enfermedades que minaron la población indígena. El "México Independiente" favoreció poco la vida de la Misión, ya que ya la "secularizó", y luego el gobernador del estado. José María Echeandia, la vendió la propiedad a su cuñado por 710 dólares, cuando el valor catastral fue de más de 50,000 dólares en ese momento, para establecer un pueblo de "indios libres".


Luego, los nuevos dueños trataban de forzar a trabajar a los "indios libres". En un acto magnánimo de gran sensibilidad religiosa hacia los "californiano recién americanizados", un presidente protestante, le devolvió la Misión a la Iglesia Católica, muy poco antes de su muerte: Abraham Lincoln.



Dos de estas campanas fueron fundidas a fines del Siglo XVIII y las otras dos a principios del Siglo XIX. Se repicaban en secuencia distinta, sea para alertar sobre un peligro, invitar a misa o a rezar o avisar sobre el fallecimiento de alguna mujer o varón. Las campanas son emblemáticas de la Misión.

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